¿Qué paga el novio?
Una vez entregada la sortija de compromiso y tras escuchar de los labios de su amada el anhelado “Sí, ¡me caso contigo!”, el novio deberá tener presente que habrá gastos que por tradición se espera que él o su familia solventen, sobre todo cuando hablamos de las primeras nupcias.
A todos aquellos caballeros que desean seguir al pie de la letra las tradiciones de boda, les he preparado una pequeña guía con los rubros que a ustedes, como novios, les corresponderá pagar. Lo ideal será que ustedes lo platiquen previamente con su prometida y cada uno, por su parte, con sus respectivas familias para saber si contarán con su apoyo financiero y, así, poder delimitar el presupuesto de su Gran Día.
El vestido de novia
Aunque muchas veces no lo pueda ver antes de la boda, por aquello de que “es de mala suerte”, el novio deberá cubrir la factura del vestido de la novia. Ella podrá elegir mandarlo hacer con un diseñador o modista, o comprarlo en una boutique, prêt-à-porter o “listo para llevar”, como dicen los franceses.
La gama de precios de vestidos de novia es inmensa, se pueden encontrar desde de los tres mil hasta más de 40 mil pesos, por ello, el novio, de manera prudente y en el momento que él considere indicado, podrá comentar a su amada cuánto tiene destinado para este rubro. Aunque no es muy agradable este tema, una vez platicado y acordado todo les resultará más fácil.
Hay novias que buscan ahorrar un poco en este gasto, adaptándose a utilizar el vestido de novia de su hermana o de alguna amiga e, incluso, optando por uno seminuevo, otras más han soñado casarse con el vestido de su mamá. En estos casos se espera que el novio esté pendiente de absorber cualquier gasto de limpieza, adaptación o planchado que se requiera.
El ramo de la novia
Este lindo accesorio también es comprado con el dinero del prometido, bajo el mismo esquema ya mencionado. El novio no debe temer expresar con cuánto cuenta para cada rubro pues, lejos de ser negativo, habla de una persona responsable que sabe planear sus gastos.
Claro que en la compra del anillo de compromiso el novio solo tomó la decisión tanto del precio como del articulo; sin embargo, el resto de las decisiones serán tomadas entre los dos, basados en la época del año en que se realizará el festejo, la hora, el día, el lugar, etcétera.
La mayoría de las novias optan por tres ramos: el que llevan al altar y a la fiesta, el que ofrendan a la Virgen y el que lanzarán a sus amigas solteras durante la celebración, estos dos últimos pueden ser más pequeños y económicos, cuidando siempre que mantengan el mismo estilo del bouquet principal, incluso la misma novia o sus familiares podrán elaborarlos.
Los gastos del templo
La celebración religiosa también requerirá un presupuesto. Las flores, los permisos, los trámites religiosos y los aranceles de la parroquia o templo, así como el lazo, las alianzas y las arras, también son gastos que cubre el novio. Cada recinto tiene cuotas diferentes que, por lo general, se basan en la demanda del lugar, así que será muy importante establecer prioridades para sus gastos y determinar cuánto hay disponible para cada rubro.
La música del templo
Si habrá boda religiosa y música sacra durante la ceremonia, se espera que el prometido o su familia cubran este gasto. De nuevo las opciones en cuanto precio son múltiples y el futuro esposo dará la pauta de su presupuesto a su novia. Unir presupuesto a deseo es una labor intensa, pero es buena práctica pues ya en su vida de casados será algo cotidiano el pensar con cuánto contamos y qué podemos adquirir con eso. Hay que recordar que no siempre lo barato es malo, ni lo caro sinónimo de bueno, saber encontrar es un arte, los coordinadores de bodas para esto son expertos.
La boda civil
Si deciden hacer un pequeño festejo posterior a la boda civil, será responsabilidad financiera del prometido. Aprovecho para mencionar los gastos que la boda civil implica: pláticas prematrimoniales, certificados médicos de salud y análisis prenupciales de laboratorio, actualización de documentos como actas de nacimiento recientes, pago de los derechos municipales correspondientes y, si es necesario, el pago del traslado del juez al lugar de la celebración.
El traje del novio
Por supuesto que la imagen del novio corre por su propia cuenta y se espera que se vea formidable. Hay novios que se casan con traje de calle o con traje oscuro en la playa, eso habla de que no se esforzaron por lucir espectaculares en su boda y, para colmo, como la novia siempre se esmera en su arreglo, terminan siendo una pareja muy dispareja.
Sabemos que hoy en día la mayoría de novias trabajan y, sin pensarlo, en ocasiones se adelantan tanto a las cosas que no permiten a los novios comportarse como caballeros realizando ellas las contrataciones por su cuenta e, incluso, liquidando los adeudos sin antes consultarlo con su pareja —ni para el precio porque lo pagará ella, ni para ver si le gusta o no lo que ha elegido—. Hace unos meses leí esta frase que me encantó: “Tus exigencias sin amor me desesperan y tu amor sin exigencias me disminuye”. Así pues, será bueno que las prometidas sepan adaptarse a lo que su novio puede ofrecerles, eso hará sentir a los caballeros más importantes y más involucrados en su propia boda.