La caligrafía, un arte
La Caligrafía es el arte de escribir con letra artística y correctamente formada. En los sobres de las invitaciones resulta tan importante como los centro de mesa en el festejo de bodas o como el ramo de la novia. Esa agradable impresión que tiene cada invitado al recibir la participación de boda con su nombre y apellido escrito a mano, hace que valga la pena la inversión.
Es un hecho que una boda es el festejo más importante en la vida de cada contrayente; de ahí el esmero por cuidar cada detalle. Y uno de esos pequeños pero muy simbólicos factores es la rotulación caligráfica de los sobres de las invitaciones, particularidad que imprime un carácter de delicadeza, buen gusto y elegancia a las participaciones sociales.
Cuando cursaba la primaria en los años sesenta, lo normal era aprender a escribir con letra manuscrita y, sobre todo, hacerlo con las delicadas plumas fuente; era realmente penoso tener mala ortografía, pero el colmo era tener también mala letra, quien tenía ambos defectos era considerado poco menos que incorregible. En la actualidad, tristemente, se ven cada día más estudiantes de todos los niveles y hasta profesionistas que tienen pésima ortografía y peor letra, llegando a resultar casi normal y hasta “gracioso”.
Los nuevos y avanzados programas de computación, la Internet, el correo electrónico y el celular, así como la falta de interés por enseñar una buena letra y correcta ortografía desde párvulos, ha ocasionado que casi nadie se preocupe de ese pequeño detalle que también demuestra educación: el de escribir bien y con buena letra. De ahí la importancia de personalizar cada una de tus invitaciones con un profesional de la rotulación caligráfica para brindar una mejor impresión a tus invitados.
No pocas veces sucede que alguno de los novios ve con recelo el costo de las invitaciones considerándolo un gasto superfluo: “Es algo que termina en la basura”, lo cual puede suceder si no se invierte el suficiente tiempo para elegir un buen diseño. Dada esta situación, es todavía más común que eludan el toque artístico que brinda la caligrafía en los sobres arguyendo pretextos como precio, tiempo e incluso la facilidad de hacerlo por otros medios.
Es muy habitual pensar que es algo sin importancia personalizar cada invitación, sobre todo si se toman en cuenta todos los métodos actuales de impresión: electrónicos como la impresora láser y semi-manuales como la serigrafía. Pero aunque existen muchísimas fuentes tipográficas en las computadoras que harían pensar innecesario el contratar a un calígrafo, la tecnología jamás podrá sustituir la calidez que brinda el ver tu nombre escrito a mano en el sobre de una invitación.
El toque artístico
1. Busca a un calígrafo profesional y llévale la invitación completa (no sólo el sobre), para que él te recomiende opciones en el tipo y tamaño de letra, el color de la tinta y la ubicación del rótulo.
2. Evita la tentación de darle a rotular tus invitaciones a la tía o a la amiga que tienen bonita letra pues no es lo mismo escribir “bonito” una carta o recado que rotular profesionalmente 100, 200 ó 500 sobres.
3. Preparen sus listas de invitados por separado (novio-novia) y enumerada, impresa y preferentemente escrita en computadora o a máquina para mayor legibilidad.
4. Verifiquen cada nombre y apellidos en cuanto a la forma de escribir, ya que por ser apellidos existen variaciones importantes. No olviden colocar al final del nombre la acotación correspondiente: y Familia / y Sra., en caso de ser necesario.
5. Eviten colocar abreviaturas de títulos profesionales (Lic., Dr., Ing., etcétera), puesto que es un festejo social no una conferencia o congreso político. Opten por abreviaturas como Sr., Sra. o Srita. Si se quiere ser más protocolario se puede usar el título de Don o Doña: Sr. Don Alejandro Robledo, Sra. Doña Ana Osorno, Srita. Doña Romina Palacios. En el caso de los militares se agregará su grado; en el de las mujeres divorciadas se escribirán sus apellidos de soltera, y en el de las viudas se anexará el título Viuda de… Los títulos se reservan a sacerdotes por su investidura y, desde luego, al tío gruñón y necio que se ofende si no le dicen licenciado.
6. Pidan a su diseñador un 10 por ciento más de sobres, ya que se debe considerar ese porcentaje de fallos al rotular pues los calígrafos profesionales nunca entregarán sobres con correcciones o manchas.
7. Nunca manden hacer las invitaciones justas en cantidad, pidan un porcentaje extra considerando que quizás hay personas que no han contemplado. Mandar hacer, después, una cantidad mínima de invitaciones representará un costo mucho más elevado.
8. Al recoger sus sobres ya rotulados dejen los sobrantes en blanco al calígrafo, así, en caso de requerir nuevas rotulaciones, bastará con una llamada o un correo electrónico para indicar los nombres.
9. Antes de contratar a un calígrafo, asegúrate de ponerte de acuerdo en precio y tiempos de entrega; por lo general el costo es por sobre y dependiendo del número total de invitaciones a rotular.
10. No intenten contratar a un calígrafo por teléfono o sin la invitación terminada. Cuando acudan a visitarlo pidan ver sus trabajos más recientes y muestren su invitación para que pueda darles una cotización, pues el precio dependerá en del tipo de papel y diseño.
11. Finalmente, toma en cuenta que los calígrafos no son “rotulistas” —dicho esto con todo respeto para ese gremio—, ya que en realidad son trabajos completamente diferentes y, por lo tanto, ambos nos sentimos incómodos con esa muy común confusión.
Al contratar a un calígrafo estarás dando un toque artístico, personal y de mayor distinción a tu boda, además de contribuir a dar trabajo a quienes mantenemos viva una bella tradición artística como lo es la Caligrafía.