La del recuerdo
Dice un dicho que una foto dice más que mil palabras y yo creo que hasta más si esta imagen es la que verán tus familiares y amigos una vez terminada tu boda, y tus hijos y tus nietos con el transcurso de los años.
Seleccionar a un buen fotógrafo se puede convertir en toda una odisea si no sabes nada del tema y quieres empaparte de todos los detalles técnicos en cuestión de minutos; pero, eso no importa, pues a fin de cuentas, un verdadero experto se encargará de despejar todas tus dudas en la primer cita. Acá lo primordial es apreciar el trabajo del artista y que él logre imprimir en cada toma ese sentimiento que ustedes quieren proyectar al mundo.
Ahora, hay muchos profesionales de la lente que han hecho de las bodas su “hit”, así que seleccionar alguno puede ser un tanto complejo; sin embargo, un poco de tiempo dedicado a este “detallito” te podrá brindar excelentes resultados tanto en el presente como en el futuro.
Antes de que hagan la contratación, es importante que vean su trabajo. Hay muchos fotógrafos que sólo te atienden por cita, así que mejor prevé ese detalle y llama antes de visitarlo. Ya en el estudio, examinen los trabajos que han hecho y pregunten por otros clientes que ellos han atendido para que tengan referencias del servicio que brindan, lo ideal será que el fotógrafo les otorgue un par de teléfonos para que ustedes puedan corroborar su profesionalismo de viva voz con sus antiguos clientes.
Preguntar es tu derecho y el fotógrafo estará encantado de despejar tus dudas, ya que el profesional será el más interesado en que te lleves una buena impresión de sus servicios, pues tú además de ser un cliente potencial, también serás una buena recomendación si te gusta su trabajo.
Lo mejor será que vayan los dos para que los conozca a ambos y se logre la química necesaria entre ustedes y el fotógrafo para que ésta se vea reflejada en el trabajo final. Es muy importante que se sientan cómodos con esa persona, ya que además de compartir con él toda la felicidad de su matrimonio, él buscará proyectarla en cada imagen.
Preguntas como: qué incluye el paquete, quién será el fotógrafo que cubrirá tu evento (no siempre acude el titular, sobre todo si hay varios eventos en un mismo día), cuántas tomas finales entregará y en qué formato (blanco y negro, color, sephia, impresas o en cd), incluye o no retoque digital, cuánto tiempo después de la boda entregará el trabajo, qué porcentaje se deja de anticipo, cuánto tiempo necesitarán para la sesión el día de la boda, a qué hora arribará al festejo y a qué hora se retirará, entre otras, serán básicas en tu primer cita.
Una vez seleccionado el fotógrafo viene la búsqueda de la locación. Este detalle puede ser tan importante como ustedes lo deseen, ya que en la actualidad, los fotógrafos tienen “sets” muy diversos que pueden ofrecerte, pero si ustedes desean algo fuera de lo convencional, esto podrá hacerse siempre y cuando se informe con anticipación y sea programado. En este rubro, y gracias a su experiencia, él o ella podrán sugerirte varias locaciones naturales para tu estudio de novios.
Como en todo, la moda ha llegado a la fotografía, así que ya pasaron a mejor vida, esas imágenes de los novios acartonados viendo al lente o aquella en la que la novia está sola viendo el ramo. Ahora mucho de lo que hay que proyectar es el sentimiento y lo precioso que se ven juntos.
Ahora ustedes junto con el fotógrafo elegirán la manera de proyectarse para la posteridad. Ya sea algo sumamente formal y elegante, o algo más desenfadado, claro, sin demeritar lo bien que se verán ese día.
Es muy importante que ustedes disfruten de la sesión fotográfica; es obvio que estarán nerviosos, es normal que no sepan ni para dónde moverse ni qué hacer. Sólo déjense en manos del profesional y él les irá diciendo dónde y cómo posar para que se vean divinos. Esta es una de las razones por la cuál es tan importante la química con el maestro de la lente.
En la sesión que le llaman de compromiso, ustedes podrán cambiarse de vestuario según lo elijan y el fotógrafo lo permita, ya sea con ajuares formales, informales o sofisticados, eso dependerá de cómo sean ustedes y su manera de proyectarse ante la vida.
En la sesión de civil, ésta será con el ajuar que hayan elegido para la celebración de su unión ante los hombres. Esta sesión puede ser tan larga o tan corta como ustedes lo hayan decidido y por lo general aprovecharán el arreglo de maquillaje y peinado que les hagan para ese día tan especial.
No por ello, la sesión de fotos con ustedes ya de novios pierde importancia, por el contrario, ya con experiencias previas, ustedes estarán más dispuestos y con más “experiencia” en eso del modelaje, así que podrán hacer mejores imágenes en su día.
Es importante que contemplen bien el tiempo que dedicarán a las sesiones fotográficas, especialmente a la del día de la boda religiosa, ya que será tan, pero tan, agitado que es conveniente programarla al menos tres horas antes de la hora que tiene que presentarse en la iglesia. No es recomendable realzarla posterior a la ceremonia religiosa, pues recuerden que los invitados estarán esperándolos en el salón de eventos, lo que implicaría rentar el lugar más tiempo o reducir el festejo. Realizarla unos días antes de la boda es otra buena alternativa, sólo que duplica el gasto del arreglo de los novios.
No olviden que ustedes son las estrellas de ese día, así que todas las miradas y las cámaras estarán puestos en ustedes, en lugar de llenarse de timidez y nerviosismo ¡disfrútenlo! Es su boda y solamente se vive una vez en la vida.