¡Comunícate!
Saber comunicarse va más allá de simplemente hablar un idioma. Y saber hablar con nuestra pareja es más que intercambiar palabras y opiniones.
Hasta discutir tiene sus reglas si queremos realmente expresar lo que deseamos para ser comprendidos. Para ello, es necesario saber escuchar y saber tomar la palabra.
Especialistas en comunicación afectiva, como el licenciado Alberto Esquivel, señalan que es importante hablar para que nos escuchen y escuchar para que nos hablen. “Cuántas veces no ocurre que entendemos una cosa por otra y hacemos deducciones e interpretaciones equivocadas que originan discusiones dolorosas y conflictivas. Además, 70 por ciento de la comunicación no es verbal; dicen más los gestos, la postura del cuerpo y la actitud, que las palabras. Un sí, manifestado con desdén y enfado, puede ser un no definitivo” explica el experto.
Para generar una cálida y efectiva comunicación que propicie un diálogo armónico, aclara el especialista, conviene desarrollar la habilidad y el arte de saber escuchar: “Se empieza con un buen contacto visual, la gente que platica de manera agradable se mira a los ojos, pone atención no sólo con su actitud (con todo el cuerpo) sino también se preocupa por entender claramente los mensajes y cuando no comprende hace las preguntas pertinentes para evitar confusiones”.
A través de la convivencia diaria desarrollamos la comunicación con la pareja y ésta además de ser afectiva, debería ser efectiva. Esquivel señala que en los conflictos comunes, en ocasiones, el problema no es el conflicto en sí mismo, sino cómo se comunica: “Por ello, al hablar debemos tomar conciencia de cómo lo hacemos; consideremos el poder destructivo de la palabra, pues no es broma que una sola palabra puede destruir una relación y dejar una profunda huella de dolor. Pensemos antes de hablar”.
Para ser comprendidos es válido y necesario expresar todas nuestras emociones a la pareja; pero lo más importante es aprender a hacerlo de la manera adecuada: “Desde luego que se vale comunicar la ira y el coraje, pero la forma es la que marca la diferencia. Para comunicar sentimientos de irritación hay que hacerlo en primera persona: ‘Esta conducta me parece inadecuada y yo me siento muy mal’; en lugar de: ‘Tú siempre te comportas como un macho’. Hay que referirse al cómo nos afecta la conducta del otro en lugar de insultarlo, pues aquí se podría dar inicio a un diálogo destructivo. No es fácil pero vale la pena intentarlo”, señala el avezado en comunicación afectiva.
Además, señala Esquivel, es importante evitar ciertas conductas como “el no ver al interlocutor e ignorarlo mientras hablamos o nos habla; esta es una pésima costumbre, pues trasmite indiferencia y puede provocar en el otro sentimientos de minusvalía o enojo”. Por ello, aprender a escuchar y a comunicarnos correctamente para enviar y entender los mensajes correctos es una tarea del día a día.
Finalmente, toma en cuenta estos consejos para mejorar la comunicación con tu pareja: un buen escucha le da su tiempo a quien habla, incluso cuando éste hace pausas, no arrebata la palabra; evita cruzar los brazos porque sabe que esta postura transmite una actitud cerrada; visualiza gestos, volumen e interacción de la voz, porque todo ello comunica. También detecta emociones y sentimientos para ponerse “en los zapatos del otro”, ¡no lo oviden!