Serotonina y salud intestinal: la fórmula para una vida plena

Durante mucho tiempo, el intestino fue considerado únicamente un órgano encargado de la digestión. Actualmente, estudios revelan que este sistema complejo juega un papel fundamental en la salud integral, hasta el punto de ser conocido como “el segundo cerebro”. Esta denominación se debe a que contiene más de 100 millones de neuronas y una extensa red de microorganismos, que influyen en aspectos tan variados como el ánimo, las defensas y el nivel energético.
De acuerdo con ScienceDirect, cerca del 95% de la serotonina en el cuerpo se produce en el intestino, principalmente en las células especializadas de su mucosa. Esta hormona, no solo regula la motilidad y sensibilidad del sistema digestivo, sino también modula la composición microbiana, así como la respuesta inmunitaria. Por ello, un desequilibrio en este entorno puede provocar trastornos digestivos y afectar tanto el bienestar emocional como el psicológico.
En México, la importancia de la salud intestinal es cada vez más urgente. De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE), alrededor de 2 millones de personas presentan anualmente enfermedades infecciosas relacionadas con malestares digestivos, lo que subraya la necesidad de mejorar los hábitos alimenticios, las condiciones higiénicas y el acceso a tratamientos adecuados.
“Ocho de cada diez mexicanos presentan algún problema gastrointestinal. Estas enfermedades, que incluyen gastritis, colitis, reflujo, estreñimiento o infecciones gastrointestinales, se han normalizado en la vida cotidiana, incluso en la infancia, cuando no debería ser así”, comenta el Mtro. Marcos Alvarado, especialista en nutrición clínica.
Además, esta área del cuerpo impacta directamente en el sistema inmune. Según la Harvard Medical School, aproximadamente el 70% de las células encargadas de la defensa se localizan en el intestino. Mantener una microbiota equilibrada contribuye a proteger frente a infecciones, reduce la inflamación sistémica y previene patologías autoinmunes.
Cuidar esta función corporal trasciende una moda y se convierte en una estrategia preventiva valiosa. Un intestino en equilibrio favorece no solo la digestión, sino también la claridad mental, el estado anímico y contribuye a un envejecimiento saludable. Reconocer su importancia resulta clave para alcanzar un bienestar integral y duradero.
Para mantener esta salud, la Mtra. Angélica Díaz Aranda, nutrióloga y especialista en Comunicación Científica, nos comparte las siguientes recomendaciones.
#1 Incrementa el consumo de fibra y productos frescos
La fibra es la principal fuente de alimento para las bacterias benéficas del intestino. Incluir más frutas, verduras, legumbres y cereales integrales fortalece la diversidad microbiana,
protege la barrera intestinal, mejora la digestión, reduce la inflamación y contribuye al control del peso.
#2 Incorpora probióticos específicos
Consumir alimentos fermentados como yogur natural, kéfir o bebidas lácteas que contengan Lactobacillus casei Shirota —como Yakult—, ayuda a mantener el equilibrio de la microbiota. Esta cepa ha demostrado fortalecer las defensas naturales, aliviar molestias gastrointestinales y mejorar la respuesta al estrés. El consumo regular de probióticos potencia tanto la función digestiva como la inmunitaria.
#3 Reduce el consumo de azúcares y productos ultraprocesados
Los alimentos ricos en azúcares, grasas poco saludables y aditivos químicos alteran el equilibrio del ecosistema intestinal, favorecen bacterias dañinas y generan inflamación. Reemplazar estos productos por opciones naturales y frescas protege el ambiente digestivo, optimiza la absorción de nutrientes y mejora el estado general de salud.
#4 Mantén una hidratación adecuada
Ingerir entre 1.5 y 2 litros de agua diariamente facilita el tránsito intestinal y permite que la fibra cumpla su función correctamente. Una hidratación constante previene el estreñimiento, protege la mucosa digestiva y contribuye a eliminar toxinas.
#5 Fomenta el equilibrio emocional
La tensión psicológica afecta directamente la microbiota, impactando negativamente el bienestar digestivo y general. Practicar yoga, meditación, ejercicios de respiración o dedicar tiempo a actividades placenteras ayuda a reducir los niveles de cortisol, mejora el ánimo y fortalece la comunicación entre intestino y cerebro.
El equilibrio del sistema intestinal es vital para mantener tanto la salud física como el bienestar emocional. Adoptar hábitos alimenticios saludables, cuidar la microbiota y manejar el estrés no solo mejora la digestión, sino que también fortalece el sistema inmunológico y favorece un estado de ánimo positivo. Por ello, prestar atención a la salud intestinal se convierte en una estrategia indispensable para alcanzar un bienestar integral y duradero.
Yakult
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