Dr. Jaime Awe, arqueólogo estrella de Belice

Un Pasaporte Maya,
un triatlón en el circuito de las ruinas y cuevas mayas de Belice, y una visión
novedosa para el mercadeo de los tesoros mayas de ese país, son los puntos a
resaltar de esta entrevista con el Dr. Jaime Awe, cabeza del Proyecto Maya de
ese país.

El mundo maya
está ganando cada día mas adeptos. Y es que además de abarcar trecientos mil
kilómetros cuadrados de una diversidad natural en la destacan los bosques de
tierra alta, selvas tropicales, nubliselva, tierras bajas, vegetación de dunas
costeras, palmeras, manglares y pantanos, cuenta también con extraordinarias
cuevas que son, precisamente, uno de los puntales de lanza en el mercadeo de
las bondades mayas de Belice.

Este país enclavado al costado derecho de nuestra América central, ubicado
entre Guatemala y el Caribe mexicano, nos llamaba desde hace mucho tiempo.
Gracias a la gentil invitación de su ministro de turismo, Manuel Heredia, y de
su directora, Seleni Matus, a quienes entrevistamos en Barbados el pasado mes
de septiembre en la Conferencia de Estrategia y Liderazgo llevada a cabo por la
Organización de Turismo del Caribe (CT0), nuestro sueño se hizo realidad:
fuimos por primera vez a Belice y gozamos de un itinerario formidable diseñado
por su agencia de relaciones públicas en los Estados Unidos, y como era de
esperar el tema de las festividades mayas por el advenimiento del 2012 no podía
quedar fuera.

Por ello, tuvimos la oportunidad de “robar” una hora y media del valioso
tiempo del Dr. Jaime Awe, siempre requerido por medios de comunicación de alta
factura, como National Geographic, Discovery Channel, History Channel,
Australian Broadcasting, entre otros, y quien ha sido el responsable de
identificar los lugares de mayor interés histórico para desarrollar este
producto por el cual crece el interés a un ritmo vertiginoso en los últimos
tiempos. Se acerca el 21 de diciembre del 2012, fecha en que acaba el ciclo del
calendario maya, y nos interesaba también saber la opinión de Awe a este
respecto.

Él mismo dice que nadie lo llama para saludarlo. En su momento era el único
PhD en Arqueología de su país, y por lo tanto sobre su cabeza recayó diseñar el
plan de desarrollo de las áreas mayas. Hoy en día son ocho a las que se ha
dedicado el esfuerzo, dos de ellas son interesantísimas cuevas, museos vivientes
en los que él y sus alumnos —en su mayoría estadounidenses—, prefirieron dejar
todo tal cual y como lo encontraron, por lo que hay esqueletos y escenarios
para los sacrificios, con hallazgos para algunos realmente espeluznantes.

“Belice tiene miles de cuevas, y algunas pueden recorrerse en canoa,
haciendo rafting o con los salvavidas
inflables (tube caving), al menos en
algunos trechos. La cueva de La Piedra del Sepulcro fue habilitada hace siete
años y no hay una cueva comparable a esta en todo el territorio maya. Las
cuevas eran para los mayas algo muy secreto, porque allí practicaban los ritos
al dios de la fertilidad, implorando por las lluvias. Algunos de estos ritos consistían
en sacrificios humanos y nuestros guías están capacitados, muy profesionalmente,
para hacer de estas expediciones vivencias inolvidables para quienes las
visiten. De verdad que esta cueva es imperdible para los fanáticos del mundo
maya”, señala el Dr. Awe.

 

¿Cómo hacen para controlar el impacto ambiental,
con la avalancha de turistas interesados en visitar las cuevas?

 

Muy fácil, solo
hay un determinado número de guías autorizados, y cada uno puede llevar grupos
de no más de diez personas.

 

De abuelos inmigrantes provenientes del Líbano y México, el Dr. Awe nació
en San Ignacio, pequeña y pintoresca ciudad de unos diez mil habitantes ubicaba
en la zona central del país, de una arquitectura muy peculiar que combina el
estilo del viejo oeste norteamericano con el colorido de lo tropical. San
Ignacio crece a lo largo de la carretera oeste, a unos ciento diez kilómetros
de la ciudad de Belice, y tradicionalmente ha sido favorita de norteamericanos
retirados, cuerpos de paz y mochileros. Cuenta con un moderno y lujoso hotel
que lleva su nombre y antes de dejarnos allí para la entrevista con el Dr.
Awe, nuestro guía nos paseo
orgulloso por el mercado rebosante de artesanías guatemaltecas y productos
agrícolas, donde tomamos una refrescante agua de coco y compramos miel
silvestre.

Rodeados de un paisaje espectacular de montañas verdes y nubladas,
almorzamos con Awe en esta, su ciudad,
de la que es posible
ir caminando a uno de estos asentamientos mayas: “Los mayas venían a San
Ignacio para llegar a la costa, por eso es que los alrededores son tan
interesantes para muchos arqueólogos y viajeros interesados en el tema; aunque
no tenemos estadísticas sobre el turismo educacional son muchísimos los
norteamericanos y canadienses que han venido como estudiantes a los campos
escolares y universitarios, como biología marina, arqueología, carreras
relacionadas con el medio ambiente, que vuelven con amigos o familia”.

Los comienzos del proyecto en sí se remontan al año 2000, cuando el
flamante Dr. Awe, PhD en arqueología, daba clases en la Universidad de New
Hampshire. Fue llamado entonces por la autoridad máxima del turismo en Belice para
que desarrollara el producto: “Nosotros no quisimos poner todos los huevos en
una misma cesta, por ejemplo, Honduras tiene Copán, Guatemala Tikal y claro que
México está en este negocio hace muchísimo más tiempo, pero me atrevo a afirmar
que la marca del producto maya de Belice es única. La escogencia de nuestras
cuevas y nuestras magníficas ruinas tomó tiempo y mucho estudio”.

 

¿Cómo resolvió cuáles explotar turísticamente?

 

Hubo que hacer
sacrificios, no lo voy a negar, pensar con la cabeza fría. Para estirar el dinero
hubo que decidirse por las que estaban más cerca de las vías de comunicación,
como es el caso de Caracol.

 

Pero habrá gente que no le importe estar varios
días en la selva para llegar a una interesante ruina…

 

No me lo digas,
es así. Pero había que decidirse por las que pudieran formar parte de un
circuito, y aquí viene lo novedoso del mercadeo del producto maya beliceño: no
queremos divorciarlo del resto del país. Aunque si estamos organizando un
triatlón para el 2012, en el que será posible llegar caminando a una ruina,
luego corriendo a otra, atravesar un lago por canoa, rafting, tube caving,
nado, etc., también estamos enlazando este tipo de turismo con otras
actividades ya tradicionales, por ejemplo el Mes del Cacao en Toledo, que es en
agosto, o la Feria de la Costa Maya en San Pedro. Debes saber que el cacao de
Toledo se sigue cultivando de la misma forma que los mayas lo hacían y es uno
de los cacaos más procurados del mundo, utilizado solo para chocolates de
suprema calidad. En el caso de la feria maya pues hay una cantidad de
actividades, incluyendo la elección de la Reina Maya.

 

¡Qué idea tan extraordinaria! Pero, ¿qué me dice
del 2012 y de la fecha en que acaba el calendario maya?

 

Lógicamente ese
día tendremos un evento multitudinario con danzas, bailes, luces y comida
típica en una de nuestras más impresionantes ruinas, la de Xunantunich; pero,
no quisimos hacer un evento de un solo día, el 21 de diciembre del 2012 es un
día como otro cualquiera, y si no lo crees y piensas que el mundo se va a
acabar, acepto que pongas todo a mi nombre [sonríe].

Para culminar con la entrevista, nos suelta otra perla: el Pasaporte Maya,
mismo que saldrá a la luz en este 2012, quienes lo adquieran y completen la
visita de todas las ruinas y cuevas tendrán un descuento del 50%.

La invitación para la visita de la cueva de La Piedra del Sepulcro quedó en
pie para más adelante. Después del postre Bill y yo nos despedimos de nuestro
interesante y amable entrevistado para visitar, con un amable guía, las ruinas
de Xunantunich, un centro ceremonial que tiene como marco el Río Mopán, lugar a
donde llegamos en un santiamén. Su pirámide más alta, El Castillo, se eleva a
130 pies de la plaza mayor y a 250 pies del valle, por lo que la vistas son de ensueño;
pero, esto lo reseñaremos en otra oportunidad. Lo que sí es que no olvidaremos
es el compromiso y engrosaremos la lista de los que procuran al Dr. Awe, quien
se ofreció a llevarnos personalmente a esta memorable cueva, lo que sería un
verdadero lujo.

 

* Yndiana Montes y Bill
Milligan, contáctalos en: SoloCaribe Inc., www.solocaribe.com, [email protected].

 

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