Un majestuoso edificio con una arquitectura sorprendente, construido a un costado de la Bahía de Puerto Marqués, contiene en su estructura, líneas clásicas mezcladas con detalles mexicanos. La inversión de esta magna obra fue de 40 millones de dólares, dos arquitectos norteamericanos Carrano y Wickenburg de Nueva York y sus homólogos mexicanos Atilio Bazaretti y Arnoldo Ochoa fueron los responsables de realizar la construcción de los edificios inspirados en diseños de los grandes hoteles europeos con el toque de la Riviera Dorada del Pacífico Mexicano. Camino Real Acapulco Diamante, es una propiedad de 33 hectáreas que está construida como una cascada geométrica de pequeños edificios enclavados sobre grandes rocas que se extienden entrelazándose con la naturaleza tropical y el Océano Pacífico.