Para toda la vida

La mayoría de las parejas se casan con la convicción
de que su unión sea para toda la vida; sin embargo, al confrontar las cifras de
matrimonios y divorcios nos damos cuenta que cada día son más las uniones de
personas que no se conocen lo suficiente.

El paso más importante e imprescindible para conocer
a fondo a tu pareja, desde el noviazgo, es conversar: conózcanse, cuéntense su
vida desde la infancia incluyendo lo que en aquellas épocas les molestaba, los
hacía felices o infelices; aprendan a expresarse y a escuchar, vean sus gestos,
sus ademanes, sus reacciones y lean entre líneas. Con esto se comprenderán y se
unirán más y, en consecuencia, conocerán los sentimientos de los que están
hechos.

Otro punto de
gran importancia es conocer a sus familias: en dónde crecieron, con quiénes se
formaron y convivieron, cuáles son sus costumbres y hábitos y, por supuesto, de
qué manera fueron educados, qué ejemplo vieron en sus padres o tutores y de qué
manera su familia, como núcleo, enfrentó las situaciones de impacto.

Los amigos y la
forma en que tu pareja se relaciona con ellos es otro factor de vital
importancia, es un ambiente en el que generalmente se muestra más natural, más
auténtico y en el que te podrán percatar de su lealtad, sus afectos, su
confianza en los demás y su espíritu de apoyo.

Una vez que hayas
conocido todos sus ámbitos, o los más posibles, habrá que atender sus defectos,
pues todos los tenemos, por mínimos que sean. Si es cuestión de actitud, tal
como el uso de la pasta dental, por ejemplo, podrán llegar a algún acuerdo; pero,
si tiene que ver más con la personalidad: celos, egoísmo, debilidad, entonces
será cuestión de aceptación o, dado el caso, de ayuda profesional
especializada.

Las personas
podemos modificar actitudes, pero difícilmente podemos cambiar nuestra
personalidad, por lo que será indispensable que tengan la conciencia de amarse
y aceptarse tal y como son, ya que si hoy existe algo que no nos agrade en
nuestra pareja, con los años resultará cada vez más difícil tolerarlo pudiendo
derivar en constantes pleitos y reproches.

Conózcanse, acéptense y ámense totalmente,
sin restricciones ni ataduras; solo de esa manera serán fuertes y cada día
despertarán felices de tener a la mejor persona que hayan podido encontrar en
su vida, a su lado.

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