Descubre qué tipo de dueño de mascota eres

No todas las personas que tienen mascota son iguales. ¡Qué va! Todo mundo trata a su perro y al veterinario de manera diferente. Algunos tipos de dueños son tan parecidos que pueden clasificarse por sus características.

Por: M.V.Z. Dipl. Karin Vomend Álvarez

Hoy en Fiancée Bodas, el médico veterinario Karin Vomed Álvarez hace una breve clasificación de los dueños de mascotas según sus características más sobresalientes. Si tienes un perrhijo, ¡seguro te encuentras aquí!

#1 Dueño picaflor

Este dueño es un buscador de ofertas y servicios. Conoce a todos los veterinarios de su localidad y todos lo conocen a él. Visita un veterinario para bañar a su perro, otro para vacunarlo y a otro le compra el alimento. En caso de una emergencia le habla a quien encuentre primero. Ningún veterinario tiene la historia completa de su perro ya que uno le quitó un tumor, otro le limpió los dientes y otro lo vacunó.

 

#2 Dueño aprehensivo

Estos dueños pueden convertirse en la peor pesadilla de un veterinario. Cuando un dueño aprehensivo adquiere un cachorro puede acabar hablando todos los días a todas horas preguntando por cualquier cosa. ¿Puedo subir a Waffy a la cama? ¿Por qué a veces mi perro levanta la patita? ¿Se va a morir porque se comió sin querer un pedazo de jamón? La mayoría de estos dueños acaban por entender que a sus perros no les pasa nada y se acabarán relajando si se les inspira confianza. Hablarán más seguido que otros dueños, pero cada vez será más fácil tranquilizarlos.

 

#3 Dueño descuidado

Estos dueños a veces no tienen idea de la edad de su perro y solamente se acuerdan del nombre. Por lo general, su perro vive en un patio y difícilmente conviven con él. Alguien más se encarga de alimentarlo y solamente se entera que está enfermo cuando el animal ya no puede ni pararse o de plano lleva dos semanas sin comer.

 

Cuando lo llevan al veterinario se le encuentran un sin número de padecimientos en estudios avanzados. Jamás lo vacunan, desparasitan o bañan. Suele estar lleno de pulgas y garrapatas. Como no está acostumbrado al contacto humano se muestra inseguro y en ocasiones hasta agresivo.

 

La mayoría de estos dueños prometen atender mejor al perro cuando se dan cuenta del abandono en que lo tenían, pero difícilmente lo llegan a hacer. A la mayoría se le olvida darle sus medicamentos y terminan durmiendo al pobre perro.

 

#4 Dueño desconfiado

Este dueño pone en duda absolutamente todo lo que se le dice. Se mete a internet y obtiene información acerca de todo lo referente al tema, pregunta su opinión a médicos humanos y se comporta de una manera desesperante. “¿Está seguro doctor que esto es lo indicado?”, “¿No será mejor darle otra cosa?”, “Leí en internet que en Rusia los tratan con otros medicamentos…”. En algunas ocasiones el veterinario deberá armarse de paciencia y explicarle el por qué de sus decisiones. Es probable que también se comporte así con su dentista y con el mecánico que le arregla el carro.

 

 

#5 Dueño por herencia

Este dueño tiene a su cargo un perro que originalmente no era suyo. El perro era de alguno de sus hijos que al irse de casa se lo dejó encargado. Por lo general, la mascota es un animal viejito que requiere muchos cuidados y visitas constantes al veterinario. El problema es que algunos de los dueños se encuentran en las mismas o en peores condiciones de salud que la pobre mascota. Algunos no tienen dinero para pagar los gastos del perro o más bien sienten que ya bastante hacen quedándose con el perro como para todavía gastarse sus pocos ahorros en él. Los hijos se sienten culpables (por la mascota) y prometen llevárselo, situación que en raras ocasiones sucede. El pobre dueño por herencia tampoco puede tomar decisiones importantes por miedo a que el hijo le reclame. En ocasiones, los tratamientos se demoran por falta de autorización o dinero.

 

#6 Dueño humanitario

Este dueño tiene una gran cantidad de perros o gatos que recogió por distintas razones. Por lo general ni dinero tiene para atenderlos a todos, pero hace hasta lo imposible por rescatar a un animal de la miseria. Pasa al consultorio del veterinario por lo menos una vez por semana con algún nuevo ejemplar que “estaba solito en la calle”. Trata de buscarle dueño con todo el mundo y si no se lo consigue acaba quedándoselo. Todo su sueldo se lo gasta en sus mascotas situación que pocas personas comprenden realmente.

 

#7 Dueño espléndido

De este tipo de dueños hay pocos. Es el que no repara en gastarse todo el dinero que sea necesario para el bienestar de sus mascotas. Nunca se queja del precio de nada y a sus perros les compran ropa, collares, correas, juguetes, premios, etcétera. Siempre adquiere el mejor alimento y si sus mascotas se llegaran a enfermar no repara en ningún gasto médico. Cuando sale de viaje puede dejar sus mascotas en pensión el tiempo que sea necesario sin preocuparse por el gasto.

 

#8 Dueño tacaño

Este es el dueño que, así traiga una camioneta que cueste el doble que la casa del veterinario, le pedirá descuento en absolutamente todo. Solamente tiene perros superfinos que le costaron una fortuna con unos pedigríes impresionantes. Les compra las croquetas en el supermercado porque las buenas están muy caras. Si alguno de sus perros se enferma y requiere de un tratamiento largo y costoso buscará quien le cobre menos. Si se muere el perro, le pedirá al chofer que lo entierre en el jardín antes de pagar un servicio de incineración. Pensará dos veces antes de pagar la pensión del perro así se vaya de fin de semana a Las Vegas.

 

#9 Dueño ideal

Este es el dueño que todos los veterinarios quisieran tener. Es aquel que lleva a vacunar a su mascota cuando le corresponde. Si el perro se enferma llamará inmediatamente y lo llevará si se necesita. Sigue al pie de la letra las indicaciones sin discutir. Todos los perros y gatos que tiene los mantiene bien atendidos y con el alimento que requiere cada uno. Pide explicaciones, pero sin ser desconfiado. Valora el trabajo del veterinario y no le pide descuentos. En la mayoría de los casos se convierte en un buen amigo del veterinario.

 

Ahora sí, ¿qué tipo de dueño dices que eres?

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