Conviértete en anfitrión de oro

Diciembre es un mes de fiestas al por mayor, pero hay para quienes, lejos de convertirse en una época donde el júbilo se apodere de ellos— es motivo de preocupación debido a alguna condición especial que los impide degustar todos los alimentos de la temporada, bien porque los tienen contraindicados por el médico, están a dieta o hay un embarazo, así que para ahorrarse la pena de repetir como mantra un “no gracias”, prefieren abstenerse de asistir a muchas reuniones a las que son invitados.

Si a ti te toca hacer las veces de anfitrión, sorpréndelos teniendo todo preparado para resolver las situaciones más comunes que se presentan en una fiesta. Sigue estas recomendaciones y conviértete en casi un miembro de la Realeza.

Alimentos

  • Al hacer tu lista de invitados, detecta si entre ellos hay alguien con algún padecimiento que requiera de una dieta especial, comunícate con él y pregúntale qué alimentos puede consumir. Si no tienes la suficiente confianza para hacerlo, considera en tu menú: pollo asado o pescado, guarniciones como lechuga, espárragos, brócoli o chayotes, alimentos permitidos en la mayoría de las dietas para personas con alguna enfermedad o para mujeres embarazadas.
  • Prepara botanas cien por ciento saludables: bastoncitos de apio, jícama, zanahorias y pepinos, y dos variedades de dip para acompañar.

  • En lo que se refiere a las bebidas, adicionalmente de las gaseosas, prepara ponche o agua de limón con menta, endulza una parte con sustituto de azúcar para quien así lo prefiera.
  • En el campo de la alimentación, no te caerá mal contemplar la compra de alimento especial para bebé, jugos infantiles, leche y chocolate. Aunque es de suponer que los padres de un pequeño saben qu hay que llevar todos estos elementos, nunca faltan los despistados.

Bienestar

  • Destina un lugar especial para que, en cualquiera de los casos mencionados, así como si se trata de que tus alguno de tus invitados que llevara un bebé o niño pequeño, puedan recostarse si lo necesitan.
  • Ármate de protectores plásticos para cambiar al bebé, toallitas húmedas y hasta un paquete de pañales, en lo que se refiere al tema de la higiene.

  • A menos de que el concepto de tu reunión sea muy elegante y formal, es mejor que optes por cubiertos, platos y vasos desechables. Es frecuente que con la euforia del momento alguien se descuide y tire algún traste, lo cual suele agobiar a quien hace el ‘numerito’ o va a cargo del protagonista, de esta forma todo se soluciona con tan sólo limpiar el desaguisado.

Convivencia

  • Para evitar comentarios desatinados sobre la música, prefiere la típica navideña o ambiental, a un volumen moderado que permita a todo el mundo escucharse tranquilamente.
  • Cerciórate de que todos los invitados llevan una relación cordial, y si entre ellos hay alguien que tiene el perfil de ser quien todo lo juzga, opina, trae al presente momentos poco afortunados de quienes le rodean, en resumen, es un imprudente, debes entrenarlo con anticipación y pedirle que por favor se prepare para disfrutar y hacer que los demás lo hagan también.

  • ¿Adolescentes en la lista de invitados? Prepara para ellos algo que les entusiasme, pueden ser juegos de mesa, que se hagan cargo de la música e incorpóralos a las pláticas, pero sólo de temas que estén en boga, nada de calificaciones, planes —a menos que ellos lo aborden— o comentarios sobre su apariencia, ya que puedes abrir la caja de Pandora.

El gran secreto de un buen anfitrión, es poner todo su empeño, no para quedar bien, sino para que sus invitados pasen realmente un momento
inolvidable, si te abocas a cumplir con este principio ten por seguro que tendrás la inspiración para procurar el bienestar de todos los involucrados.

 

* Almudena Oliva, contáctala en www.sermexico.org.mx,
[email protected].

 

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