Rouge (1994)

Tercera parte de la trilogía Trois couleurs. En varias entrevistas que Krzystof Kieslowski concedió durante la filmación y trs del éxito de su obra cinematográfica, él anunciaba su retiro del cine y aunque su última producción fue Trois couleurs, porque falleció en 1996, él trabajaba en la adaptación del libro: “La divina comedia”, de Dante Alighieri, creo que es una buena justificación para retomar y recomendar la lectura del italiano y hacer el viaje, transitar entre el infierno, el purgatorio y el paraíso.

Muchos coinciden que Rouge, la última película de la trilogía, es la que más integra y trasmite la postura filosófica e ideológica de Kieslowski. La historia es de una joven modelo, Valentine (Iréne Jacob), un juez retirado (Jean-Louis Trintignant) y Auguste (Jean Pierre Lorit) un joven abogado.

El detonante del film se presenta cuando Valentine atropella por accidente a una perra, ve en la placa del animal el domicilio, va a la casa y se encuentra con un hombre adulto, el juez retirado, que se muestra indiferente a lo que ella haga con el animal por lo que Valentine decide
llevarla al veterinario. Después de que el animal se recupera, sale corriendo y va a la casa de su dueño. Valentine va a la casa del juez, pero se encuentra en una situación embarazosa, ella escucha la conversación telefónica que mantienen dos hombres, pronto se da cuenta que el juez se dedica a escuchar las conversaciones telefónicas y espiar a sus vecinos. Valentine desaprueba lo que hace el Juez y aunque está en contra no hace nada, de esta manera fraterniza con él. Es así como empieza una amistad entre ellos.

En otra línea narrativa vemos a Auguste que mantiene una relación con una joven que da el reporte del clima vía telefónica; sin embargo, Valentine y Auguste a lo largo del film coinciden en diferentes puntos y actividades, pero ellos no logran encontrarse, en otras palabras, siguen siendo unos completos desconocidos, pero el destino les tiene algo preparado.

Dicen que Krzystof Kieslowski, después de leer el poema “Amor a primera vista” de Wislava Szymborska, se dio cuenta que era una idea
muy cercana al tema de Rouge, pues la película, al igual que el poema, habla de ese juego, de esa casualidad que se presenta en todo momento, pero no son conscientes: Se sorprendería / de saber que ya hace mucho tiempo / que la casualidad juega con ellos, / una casualidad no del todo preparada / para convertirse en su destino, / que los acercaba y los alejaba, / que se interponía en su camino / y que conteniendo la risa / es apartada a un lado.

Después de que uno es consciente de que el color es importante en la propuesta visual de los filmes, no pasa por alto la cantidad de elementos y objetos de color rojo: una silla, la lámpara, el anuncio espectacular de la fotografía de Valentine, la luz del semáforo, la ambientación, el vestuario y la escenografía; no obstante, hay un equilibrio, digamos perfecto, que no llega a saturar en lo absoluto.

Otra de las cosas importantes en este mundo de las casualidades es la presencia de los personajes de Bleu y Blanc; obviamente no tienen ningún papel protagónico, pero están presentes porque Kieslowski sigue desarrollando la misma idea temática, que queda claro en el poema de
Szymborska: Todo principio / no es más que una continuación, / y el libro de los acontecimientos / se encuentra siempre abierto a la mitad.

En fin, hay que ver una y otra vez la trilogía de Krzystof Kieslowski, que es uno de los legados más importantes dentro de la cinematografía
mundial.

* Tomás Alatriste, contáctalo en [email protected]

FICHA TÉCNICA


Título: Rouge.

País / año: Francia, Polonia, Suiza, 1994.

Director: Krzysztof Kieslowski.

Reparto: Irène Jacob, Jean-Louis Trintignat, Frédérique Feder.

Género: drama

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