La fuerza de un recuerdo

 

Vivir acontecimientos desagradables inspira a tratar de olvidarlos con
el afán de no revivir experiencias negativas; pero, sin importar el origen de
los recuerdos, no podemos simplemente tratar de deshacernos de ellos por dos
fuertes razones: por un lado, forman parte de tu historia y, por otro,
almacenan  información con la que
podemos resolver muchas de las situaciones que la vida nos impone.



 

Óscar Galicia, investigador del área de neurociencias de la Universidad
Iberoamericana, explica que la memoria es una capacidad, es el resultado de lo
que aprendemos y nos resulta bastante útil, esta característica es la que
mantiene actualizados los recuerdos, ya que cuando resultan poco funcionales
tienden a desaparecer o en el mejor de los casos nos cuesta trabajo traerlos de
nuevo a la mente.

 

Todos participan

El cerebro es como una gran computadora capaz de
almacenar, ordenar y priorizar todos nuestros recuerdos, los cuales pasan por
todo un proceso de construcción: si una vivencia nos deja algún tipo de
aprendizaje, ésta se guardará en la memoria; cuando la traemos a la mente
hablamos de un recuerdo. En la medida en que añadimos detalles en los que
alguno de los sentidos —gusto, tacto, olfato, oído y vista— están involucrados,
éste se volverá más fuerte y duradero.

El especialista indica que todos
los recuerdos tienen una relación muy estrecha con nuestras emociones, por esta
razón es posible volver a experimentar nuevamente las sensaciones que vivimos
en el momento en que sucedieron. Es quizá esta parte la que le da un valor
agregado a los recuerdos y lo que hace que deseemos o no mantenerlos vigentes.

“Al hablar del impacto de las
emociones también tenemos que referirnos a la necesidad de hacer un buen manejo
de ellas a fin de que, sin importar el origen del suceso que recordemos, seamos
capaces de dar una respuesta justa y evitar así quedarnos ligados por largos
periodos a ellos, sin que esto nos permita avanzar”, dice Óscar Galicia.

Uno de los fines que persiguen
los recuerdos es ayudarnos a tomar decisiones, a disfrutar, pero también de
alertarnos cuando estamos ante un peligro debido a que forman parte de lo que
hemos vivido y por eso tienen influencia hasta en las decisiones que tomamos,
de ahí la importancia de no olvidar.

No solamente se trata de tener
presente lo concerniente a todo aquello que nos impacta directamente a
nosotros, sino también lo que ha venido de uno mismo y ha afectado o
beneficiado a alguien más, ya que esto nos da la oportunidad de cambiar o
fortalecer comportamientos y acciones, influyendo también para que evaluemos si
somos el tipo de persona que realmente deseamos ser.

  “No hay que deshacernos de los recuerdos ni
bloquearlos en la mente, simplemente se trata de identificar las emociones que
nos producen y, a partir de ahí, alimentar las que nos favorecen y aprender a
hacer un manejo adecuado de aquellas que no nos favorecen para preservar el
valor del recuerdo”, concluye el especialista.

 

Para leer

Título: La biblia de la memoria

Autor: Dr. Gary Small

Editorial: Editorial Urano

 

Para saber

Título: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos

Director: Michael Gondry

País: Estados Unidos, 2004

 

* Almudena Oliva, contáctala en www.sermexico.org.mx
[email protected]

 

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