La sonrisa interior

Una sonrisa es una
herramienta de comunicación increíblemente poderosa, abre puertas antes de
pronunciar palabras; es parte esencial del lenguaje no verbal. La sonrisa es
también una herramienta de regeneración celular.


La medicina china reconoce
que las emociones negativas son bloqueos en nuestro flujo normal de Chi
(energía vital). Si un órgano o su canal se llegan a bloquear por diferentes
causas como una cicatriz, intoxicación, dieta mal balanceada o estrés crónico,
ese órgano estaría recibiendo demasiado Chi. Sucede lo mismo con ciertas
posturas como estar sentado muchas horas, lo que inhibe el flujo en los canales
de la energía o Chi sexual, causando pérdida de libido.

La
medicina occidental tiene establecido que la preocupación crónica puede
provocar gastritis, úlceras estomacales y colitis, mientras que en la medicina
china se conoce que la frustración crónica es la causa de estancamiento del Chi en el hígado.
De ahí frases como: “¡Me cae en el hígado!”, “¡Es un higadito!” o “¡Es un golpe
al hígado!”.

Practicando
la sonrisa Interior nos enseñamos a reconocer las cualidades positivas y no
sólo nuestros puntos negativos, de esta manera ejercitamos la habilidad para
amar. Al aprender a amar y a aceptarnos a nosotros mismos aceptamos a otras personas y
situaciones.

La sonrisa Interior es uno de los mejores
ejercicios para el manejo del estrés y la auto-curación que induce a un estado
de relajación profunda. La relajación profunda disuelve tensiones físicas y
mentales cuando éstas ocasionan bloqueos energéticos o energías adversas.

Sonriendo interiormente sentimos un
mayor auto-respeto y gratitud para nuestros órganos y glándulas. En la medida
que observamos nuestra anatomía y fisiología nos maravillamos y sentimos un
regocijo de que nuestras partes corporales están cumpliendo su función para mantenernos vivos y saludables.
Cuando volvemos nuestra conciencia hacia el interior y sonreímos a nuestros órganos
con amor y aprecio, se pone en marcha una reacción en cadena de cambios
fisiológicos positivos asociados que provocan una respuesta refleja de
relajación. Muchas enfermedades
graves como: las del corazón, el cáncer y la diabetes, son precedidas por
periodos largos de emociones negativas, en las que nos desconectamos de nuestro
cuerpo físico y mental.

Escucho
muy a menudo expresiones como: “¡Esta gripa ya me tiene harto!”, o en la
mercadotecnia con comerciales como “¿Quién compra mi estómago?”. En lugar de
aprender el lenguaje corporal nos peleamos con un síntoma. Una gripe frecuente es síntoma de
emociones reprimidas, estrés prolongado, falta de descanso o tristeza. Un dolor
de espalda de sobre carga de responsabilidades, exceso de trabajo o preocupaciones económicas.

Ejercicios para los
órganos internos

La apertura del fuego en el corazón para quemar lo
negativo y regenerar lo positivo. Siéntate confortablemente, mantén tu espalda
recta, pero no forzada, junta las palmas en tu regazo, palma derecha abierta
descansando sobre la palma izquierda. Cierra tus ojos, siente tu conexión con
el suelo y enlace con la energía de la Tierra. Lleva tu lengua al paladar.
Visualiza una imagen de energía sonriente a un metro enfrente de ti. Focaliza
un punto en medio de las cejas, relaja tu frente y permite abrir tu Tercer Ojo;
en la medida que vas acumulando esa energía sonriente entre las cejas, se irá
desbordando a todo el cuerpo. 

Permite que esa energía sonriente
fluya hacia abajo y a toda tu cabeza relajando mejillas, nariz, boca y todos
tus músculos faciales. Deja fluir esa energía luminosa y sonriente por tu
cuello. Gira tu cabeza lenta y suavemente a los lados. Continúa a la glándula timo que es
la encargada del sistema inmunológico. Permite que la energía sonriente
continué su flujo a la glándula que está detrás de la parte superior del esternón, imagínala reluciente
con vibrante salud. Siente como el timo se hace más cálido, comienza a vibrar y
a expandirse como una flor que se abre. Continúa al corazón.

Para
activar la energía del corazón, levanta tus palmas juntas, pon ambos pulgares
ligeramente contra el centro del corazón, permite que la cálida y sonriente
energía se desparrame desde tu timo hasta el corazón, saca más energía
sonriente desde la fuente o imagen que creaste en el centro de tu frente.
Déjala fluir como una cascada hacia tu corazón. Cuando sonrías a tu corazón re-generarás las virtudes
de regocijo y felicidad. Dispón del tiempo que sea necesario hasta sentir que
tu corazón se relaja y expande con esta energía amorosa; sentirás esta
expansión como una flor que esta abriéndose. Trata de recordar tu mejor
experiencia de amor y llena tu corazón de ese mismo sentimiento, cuando sonríes
al corazón las energías se disipan creando así espacio para que las energías de
amor y regocijo puedan expandirse.

Pronuncia
la vibración del corazón, cuando exhales hacia afuera pronuncia el sonido
regenerativo “Haaoouuu”, dirige el aire hacia el corazón. Siente una llama
pequeña que se incendia. Este fuego comenzará a quemar cualquier
apresuramiento, impaciencia, arrogancia, odio o crueldad. Siente esta energía
quemar y extinguir todas estas emociones negativas.

Meditación de la risa

Cada mañana al
despertar y antes de abrir los ojos, estira como un gato cada músculo de tu cuerpo. Después
de tres o cuatro minutos con los ojos aún cerrados, comienza a reír durante
cinco minutos. Al principio lo estarás haciendo de manera forzada, luego se
producirá una risa genuina. Piérdete en la risa. Puede demorar
algunos días antes de que realmente suceda, ya que estamos muy poco
acostumbrados al fenómeno, pero pronto será espontánea y cambiará la naturaleza
completa de tu día.

La
sonrisa interna

Relaja tu mandíbula inferior, abre ligeramente la boca, respira por la boca.
Permite que el cuerpo respire, cuando sientas que la respiración se ha vuelto
muy superficial, la boca estará abierta, la mandíbula así como el cuerpo entero
se sentirá muy relajado. Comienza a sentir una sonrisa, no en
el rostro, sino en tu ser interno. Es una sonrisa existencial que se expande
sólo en tu interior. Inténtalo y descúbrelo. No hay necesidad
de sonreír con los labios en el rostro, es cómo si estuvieras sonriendo desde el vientre. Es una risa muy suave,
delicada, frágil como una pequeña rosa que se está abriendo en el vientre y su
fragancia se expande por todo el cuerpo. Una vez que has conocido lo que es
esta sonrisa, en cualquier momento qué sientas que echas de menos esa
felicidad, sólo cierra los ojos y encuéntrala nuevamente.

 

 

 

 

 

 

 

 

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