Demostrar amor, es de hombres

Cuando platiques y juegues con tu niño, aprovecha el momento para decir lo orgulloso que estás por ser su papá.

En las sociedades con un fuerte pasado machista, algunos hombres tradicionalmente son educados con la creencia de que para cumplir con su paternidad y criar hijos plenos, simplemente deben encargarse del aspecto económico. Esto es un error, la felicidad de los niños se nutre cuando se sienten amados y atendidos por sus padres, no depende sólo de que se cubran las necesidades vitales, como comida, ropa o acceso a la educación.

Aún en la actualidad, algunas personas tienen ideas equivocadas sobre la masculinidad. Piensan que expresar los sentimientos es exclusivo de las mujeres y, por ende, no es necesario que el papá demuestre afecto a sus hijos, pues al decirles cuánto los quieren los hacen de carácter débil. Sin embargo, es todo lo contrario, hoy sabemos que para que los niños se desarrollen saludables a nivel emocional, es indispensable que se les manifieste amor, tanto física como verbalmente.

Esto debe hacerse desde el momento de su nacimiento. Una forma muy sencilla, pero importantísima es cargándolos. Jean Liedloff en su libro “El concepto de Continuum”, asegura que cargar a un bebé ayuda a fortalecer su autoestima y su desarrollo neuronal, fomenta su independencia y seguridad; además de lograr que tengan un óptimo desenvolvimiento físico y psicológico. Naturalmente, cuanto más cerca se esté de ellos será mucho mejor, lo que incluye alimentarlos, bañarlos, vestirlos o cambiarles el pañal.

Conforme crecen, es benéfico hacerles sentir que son apreciados; que sus padres les digan que los aman y están orgullosos de ellos. Al hacerlo, es importante mirarlos a los ojos, hablarles con una sonrisa y prestarles atención. Esto contribuye a que crezcan con la convicción de que expresar su cariño no sólo es normal, sino saludable.

Por otro lado, un error común es enseñarles, que el amor que se les profesa está condicionado a su comportamiento: se les ama si son buenos, y se les rechaza si ocurre lo contrario. No obstante, es importante que, incluso, cuando sea necesario reprenderlos, sean tratados con respeto. Hay que procurar que comprendan que se les impone disciplina para lograr su bienestar y porque se les ama.

También hay que aprovechar el contacto físico. Ya es tiempo de dejar atrás esas creencias equivocadas de que los hombres no se besan, ni se abrazan, pues estas demostraciones hacen que los hijos se sientan queridos, seguros y protegidos, además de fortalecer los lazos y la confianza entre ambos.

Hay mucha información que puede ser de utilidad para tener una mejor relación entre padres e hijos, por ejemplo el libro “Pautas para los padres de hoy”, de Jirina Prekop y Christel Schweizer, (Barcelona, 1999).

Brindar amor a los hijos, no es privativo de un género en especial; aprovecha la oportunidad de estrecharlos entre tus brazos todos los días y alimentar el espíritu de ambos. En la medida que les demuestres tu cariño, serán niños más seguros y tú, un padre más pleno.

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