Distorsiones cognitivas

Las distorsiones cognitivas son patrones de pensamiento que se vuelven incontrolables, se llevan a cabo de manera automática, deforman la visión de la realidad de manera que intensifican los problemas causando trastornos emocionales y físicos.

La manera de pensar deformada de la realidad se convierte en un estilo de vida que ocasiona conflictos, depresión, fobias y miedos.

El Sr. Pérez, de 70 años, vino a consulta con un diagnóstico de paranoia, trastorno de personalidad en el cual el pensamiento está distorsionado de manera que aseguran que todos están en su contra. Descansar por la noche se convierte en un suplicio, el miedo no permite conciliar el sueño, la vida en familia es un infierno. “De todo reniega, por todo discute, además escucha voces que le dicen que lo quieren matar”, dicen sus hijos. “¡No me interesan las platiquitas! —me advirtió—, si tiene algo para la ansiedad, démelo, si no ya no vengo”. Acepté el reto y logré la empatía. Quince años atrás tuvo intimidad con una secretaria; un año después ella lo buscó para comentarle que habían tenido un hijo, él lo negó rotundamente argumentando que no era el padre. A la joven se le vino el mundo encima, ante la falta de apoyo optó por dar el bebé en adopción. A partir del reencuentro, la voz de la conciencia moral se convirtió en su peor enemigo cobrándole por años la factura. “La platiquita” (terapia cognitiva-conductual) le ayudó a liberarse de la culpa y los miedos que por años lo habían torturado.

Tipos de distorsiones cognitivas
Pensamiento de todo o nada, también llamada visión de túnel. Las cosas son blanco o negro, bueno o malo, no hay puntos medios, “son o no son”.
Generalizaciones. La generalización del lenguaje es un elemento fundamental de la lógica y el razonamiento humano. La tendencia se vuelve un patrón de conducta, palabras que adjetivan como: siempre, nunca, diario, todos los días, se convierten en patrones de sustitución de valores. “Una golondrina no hace verano”. Por un día que se llega con demora no se puede juzgar y calificar como: “¡Siempre llegas tarde!”. Este tipo de comunicación a la ofensiva provoca que se le reciba a la defensiva.
Conclusiones. En la manera de pensar con tendencia a la conclusión, se interpretan de manera incorrecta los hechos sin tener las pruebas que respalden los juicios a priori. El “chivo expiatorio” entra en este rubro: “¡Tú tienes la culpa, siempre es lo mismo!”. De esta manera se cometen graves injusticias como acusar o privar de la libertad a inocentes, expulsar a estudiantes del plantel escolar, incluso divorciarse por un chisme, sin tener argumentos que sustenten el hecho. Sin aclarar, sin dialogo en las familias, hacen juicios y declaran culpables, luego guardan situaciones de resentimiento y secretos que les crean grandes conflictos.
Filtro mental. Cada situación es juzgada de acuerdo a nuestros patrones o filtros mentales, medio por el que primero recibimos la información: auditivo, visual y kinestésico. Es decir, el oído, la razón o lo mental y los sentidos: olfato, gusto y tacto.
Negativismo. En este patrón de pensamiento se rechazan las experiencias positivas y se defiende con firmeza lo negativo. No es valido sentirse bien o pensar de manera optimista, todas las situaciones siempre las complican. Se vuelven demasiado realistas, ilógicos. Son los que se encargan de desintegrar los grupos.

Causas
El pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo en el que intervienen los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión y aprendizaje, es una experiencia interna que se rige por causas externas. El pensamiento tiene una serie de características particulares que lo diferencian de otros procesos, no necesita la presencia de las cosas para que éstas existan, pero la más importante es la función de resolver problemas y razonar. La manera de pensar afecta la fisiología del cuerpo, es decir, a través de nuestra manera de pensar es como atraemos los buenos o malos acontecimientos a nuestra vida, los triunfos y fracasos, así también le abrimos la puerta a las enfermedades.

La manera de pensar es un patrón que se adquiere en la familia, en la escuela y en el grupo social. Las creencias sobre la religión y los prejuicios son juicios de valor que distorsionan la realidad de los hechos, muchas creencias se convierten en conflictos de manera que las conductas, el pensamiento y las situaciones placenteras, causan culpa bajo este esquema. Los deberes y “deberías” son la base del pensamiento.

Por otra parte, a través de la teoría de sistemas se ha descubierto que el diseño de los espacios promueve la creatividad, la concentración, la relajación o por el contrario el pesimismo. La Academia de Neurociencias para la Arquitectura ha descubierto que la altura interior de las casas y edificios afecta como piensan sus ocupantes. Si se pretende lograr el desarrollo del arte o ciencia se recomienda que los espacios interiores se construyan con mayor altura de la reglamentada.

Además, la vista de los edificios afecta la habilidad de concentración, los entornos naturales, bosques y jardines influyen en la capacidad de atención. Por el contrario el tráfico de automóviles y la aglomeración de personas generan estímulos que provocan tensión, en cambio la naturaleza crea ambientes de relajación que mejoran la atención.

Otro elemento es la luz, las áreas con luz natural mejoran el aprendizaje y la resolución de problemas matemáticos de los estudiantes, y la armonía entre los grupos. El mobiliario, los objetos en las casas, afecta las emociones, hay lugares geopáticos que bajan la energía, son ambientes que enferman: el desorden, el hacinamiento, la suciedad, además, expulsan de las casas y crean ambientes que causan depresión, incluso el cáncer. El orden y la limpieza generan tranquilidad, optimismo, deseos de comunicarse y despiertan la creatividad.

Recomendaciones
Cada individuo, sus acciones, pensamientos, palabras, sentimientos, así como sus emociones, son el reflejo del desarrollo energético interno y del grado de perfección alcanzado. Cada acción realizada es una manifestación de un patrón proyectado hacia el exterior que determina el valor humano. Si el pensamiento se encuentra distorsionado no alcanza la perfección, por lo tanto lo que se proyecta será negativo, de tal manera que causa conflictos personales y al grupo social.

Antes de encuadrar o diagnosticar una enfermedad mental es importante encontrar la causa que lo provoca y de la cual somos parte: biológica, psicológica, social, emocional y espiritual.

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