Descubre los mejores secretos para ser feliz

¿Quién dijo que ser feliz es privilegio de unos cuantos? Cuando más elementos tendríamos para procurarnos este estado, resulta que en la medida en que logramos acumular éxito en cualquiera de sus presentaciones —amoroso, profesional, económico o académico—, más lejos nos encontramos de, por lo menos, acariciar la felicidad.

La sociedad en la que nos desenvolvemos dicta que la plenitud se alcanza solamente de la mano de la abundancia de bienes materiales, físico perfecto, entre otros, dejando de lado aspectos que son palpables y sencillos de alcanzar.

Felicidad, hoy te vuelvo a encontrar

Para mirarla frente a frente, primero es necesario tener claro en qué consiste, así lo explica el doctor Manuel González Oscoy, catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): “Se puede definir como la percepción de que algo cambia para nuestro bien, que nos facilita la vida y genera beneficios; este sentimiento nos lleva a un estado de euforia que tiene un periodo de duración corto y, una vez superado, le da paso al bienestar, que es una condición que prevalece por más tiempo que la felicidad”.

 

Según el especialista, es esta la razón por la que se conceptualiza como algo  efímero, pues se trata de un tránsito muy sutil entre la felicidad y el bienestar. Y aconseja que para convertirla en una experiencia habitual en la vida, hay que tener sueños y objetivos, así como claridad en las expectativas sobre ellos, es decir, no siempre alcanzarás con facilidad una meta, pero lejos de decepcionarte por lo que no lograste, debes pensar en el paso que avanzaste hacia tu destino; mantener un pensamiento positivo abre el camino a la felicidad.

¿Te parece una frase hecha? No es así, la ciencia respalda esta afirmación, la felicidad tiene un espacio en el cerebro, esto se descubrió después de realizar estudios con un grupo de monjes budistas, a quienes se les pedía que meditaran sobre temas que les provocaran este sentimiento, y al hacerlo se registraba estructuralmente mayor actividad en la parte pre-frontal del hemisferio izquierdo del cerebro.

“Nosotros podemos ir construyéndola a través de formas mentales; dirigir los sentimientos en emociones constructivas y positivas cambia la secuencia de los pensamientos cuando estos son negativos, también hay una activación cerebral del hemisferio derecho y está comprobado que ambas zonas —tanto la que se activa cuando hay felicidad, como la que entra en acción ante los estímulos negativos— no pueden funcionar al mismo tiempo, por lo que cada persona tiene la decisión de elegir a cuál de ellos prefiere darle vida”, abunda el especialista.

Aprender a dirigir tus pensamientos es posible por medio de ejercicios de meditación, pero una forma más práctica es transformar cada uno de ellos en una experiencia positiva y modificar así, los circuitos cerebrales.

Alcanzar ese estado de plenitud lo es tanto como tú quieras, no hay que esperar a que un evento extraordinario se registre en tu vida, ni a que un día amanezcas con la buena nueva de que te ganaste el Premio Mayor y el mundo está en tus manos. Ten claro que lo que lo que es motivo de felicidad para otro puede no serlo para ti, basta con recordar al legendario Elvis Presley, quien a pesar de ser talentoso, atractivo, sexy, rico y famoso, nada de ello fue suficiente para experimentar ese estado tan ansiado por el ser humano.

Fotografía

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* Maricarmen López, contáctala en www.sermexico.org.mx, [email protected].