El mejor momento para la maternidad

Ser madre y
padre es el más grande y maravilloso milagro de la vida, es engendrar de tu
propio ser una nueva vida en la que tú y tu pareja trascenderán a través del
tiempo…

La
maternidad representa para muchas mujeres una gran ilusión que en cualquier
momento que se presente es, por lo general, bienvenida. Pero la capacidad del
ser humano para reproducirse tiene un periodo ideal y limitado para tal fin,
que es de los 20 a los 35 años de edad. Hacerlo antes o después trae consigo
una serie de complicaciones durante el embarazo.

En los señaladas periodos de vida
tan extremos, los riesgos en la salud se acentúan, así lo explica el doctor
Diogenes Ramírez Palacios, jefe de Unidad de Ginecología del Hospital de la
Mujer, «ambas etapas implican un embarazo de alto riesgo debido a que
cuando se es muy joven el organismo no ha alcanzado el desarrollo necesario
para albergar un nuevo ser dentro de él; en la madurez, por el contrario, se ha
superado el estado óptimo y comienza el envejecimiento, de inicio se dificulta
la capacidad para conseguir un embarazo».

La vida moderna ha traído consigo un sinfín de nuevas oportunidades para
las mujeres; actualmente, la posibilidad de estudiar y desarrollarse
profesionalmente ha cambiado el panorama respecto a los deseos de convertirse
en madre.

Aunque en nuestros días es más común que se retrase la maternidad, aún
existe un elevado índice de madres adolescentes que truncan su desarrollo
personal para enfrentar otras responsabilidades que no van acorde con su
momento de vida, sin dejar de mencionar que en ambos casos se pone en riesgo la
vida de la madre y del bebé.

El doctor Alejandro Vázquez,
miembro de la Asociación Mexicana para el Estudio del Climaterio, explica que
en todos los casos los bebés dentro de la madre cubren sus necesidades
energéticas a través de ellas, pero cuando todavía no se ha alcanzado el estado
ideal de desarrollo físico, los nutrientes que consume la mujer no son
suficientes para cubrir sus propias necesidades y las del nuevo ser, esto
ocasiona que en la mayoría de los casos se trate de niños prematuros y con bajo
peso al nacer.

En la adolescencia o en la madurez,
la maternidad implica una serie de responsabilidades y compromisos, como
prepararse físicamente para que el bebé nazca en las mejores condiciones, así
como que la madre disfrute también de ellas para poder brindarle su cuidado y
amor por completo.

El compromiso con un hijo incluye aspectos
como darles acceso a la educación, a los servicios de salud, cuidado, atención,
amor, seguridad, tiempo y la posibilidad de crecer en el interior de una
familia que le permita lograr un desarrollo integral que haga de él un niño
feliz.

Por estas razones, les recomendamos visitar
y platicar con tu ginecólogo sobre sus planes de maternidad, él sabrá
asesorarlos sobre cuál es el periodo más conveniente de tu vida para dar
recibir en perfectas condiciones a su futuro heredero.

 

 

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