La importancia de la autoestima en la sexualidad

La autoestima
es una actitud de valoración hacia una misma. Supone nuestro autoconocimiento y
nuestra autopercepción, es decir, el cómo nos vemos o nos percibimos a nosotras
mismas y el cómo me acepto y me relaciono con quienes me rodean.

La pubertad es
un momento especialmente importante, tanto en el desarrollo de nuestra
autoestima como en el de nuestra sexualidad, y va a ser muy significativo el
papel que nuestros familiares y amigos jueguen a la hora de aceptar, reafirmar
o despreciar esos cambios físicos que nos asalten.

En ese momento
en que aparecen los primeros cambios físicos, el aprecio o desprecio que sintamos
hacia nuestro cuerpo, va a influir dramáticamente en la seguridad con la que
entablemos y mantengamos relaciones sociales y/o sexuales y en la manera en que nos acerquemos a esas otras
personas que empiezan a surgir como nuestro objeto de deseo.

La no
aceptación del propio cuerpo puede afectarnos a muchas mujeres, sobre todo
cuando la imagen que vemos en el espejo no concuerda con la imagen que los
medios de comunicación o las personas que nos rodean, nos han planteado como
eróticamente agradable y sensualmente exquisita.

Ahora viene la
buena noticia: si tu cuerpo no te permite sentirte cómoda al momento de estar
compartiendo la intimidad con otra persona, es posible cambiar de actitud para
disfrutar a plenitud ese momento. ¿No lo crees? Toma nota de estos tres pasos.

PRIMER PASO

Revisa qué es
lo que no te agrada de tu cuerpo. Pueden ser unos kilos de más, exceso de piel
en algunas zonas, poca tonificación, un cuerpo sin curvas, etcétera. Identifica
qué zonas de tu cuerpo no te agradan y por qué.

SEGUNDO PASO

Coteja esa
información con profesionales o especialistas. Si consideras tener peso demás,
si tu piel no está tonificada, si tienes estrías o celulits, los expertos te
dirán a qué se debe y de qué manera podemos resolver el problema, de igual manera,
ellos te dirán qué tan real es tu percepción o qué tanto es tu imaginación.
Recuerda que es importante no someterte tú misma a dietas o ejercicios sin
supervisión especializada. 

TERCER PASO

Recuerda que
eres valiosa y que la sexualidad se conforma de sensualidad y de erotismo
interno y de el cómo te proyectes y te muestres frente a esa persona que te
interesa seducir. Esto vale más que unas medidas perfectas. En cualquiera de
los casos, siempre habrá trucos de dónde echar mano: una lencería sexy te permitirá
mostrar seductoramente las partes que más te agradan de tu cuerpo y disimular
aquellas con las que no te sientes tan cómoda; una imagen limpia y cuidada, un
poco de rubor, máscara de pestañas, unos toques de perfume y un cabello sano,
ayudarán a darte ese toque sensual que tanto envidias en las modelos. De esta
manera, tu seguridad y, por consiguiente, tu autoestima se verán reflejadas al
momento de seducir a tu amado.

Recuerda que la
sexualidad no es cuestión únicamente de genitales, es cuestión de actitud, de
cuerpos encontrándose, de deseos, de contextos, de momentos, pero sobre todo de
una pasarela de intensiones que no sólo se ve, sino se percibe y sobre todo
seducen a la otra persona sin ni siquiera ser visto. 

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