¡Bésame mucho!

Además de los beneficios
emocionales que puede darnos esta emocionante práctica, es una excelente forma
de hacer sentir a los otros cuánto los queremos.

 


“Bésame, como si fuera
esta noche la última vez…”, dice una de las canciones mexicanas más
populares. ¿A quién no le gustaría poner en práctica la letra de esta estrofa?
¿Quién no ha soñado con un beso como el de Scarlett O’Hara y Rhett Buttler en “Lo
que el viento se llevó”?

El arte, el cine y la
literatura han inmortalizado el beso. El de Romeo y Julieta en la obra de
Shakespeare, el de Ilsa y Rick en Casablanca, el de Los amantes de mármol
blanco, del escultor Aguste Rodin, entre miles de ejemplos. Y es que el beso
está ligado a la cultura de Occidente, en donde “parece tener una relación con
el amor más profunda que el acto sexual”, según el filósofo y literato francés,
Alain Montandon en su libro, “El beso ¿qué se esconde bajo ese gesto cotidiano?”,
Ediciones Siruela.

Sus tipos

El autor nombra varios
tipos de ósculos: el primero, el inolvidable, el último, los fraternos, los de
cortesía, los robados, los que nunca recibimos, los soñados, los de amistad o
cariño, los pasionales y de amor, que no se dan a cualquiera. Para el escritor
francés, el beso es un acto íntimo pues “al intercambiar alientos se entrega el
alma”

Alain Mondanton escribe
“La boca es el órgano erógeno que está más cerca del cerebro. Es la cavidad de
la nutrición y el afecto; del aliento físico y espiritual”. Por lo que un beso
profundo abre la puerta a la intimidad. Varias investigaciones científicas,
concuerdan en que es una de las mejores maneras de transmitir amor, cariño o
pasión, sin palabras. Nos hace sentir amados, deseados y eleva nuestra
autoestima.

Transmitir amor sin
palabras

Según la agencia
británica de terapia sexual, Relate, con sede en Londres: “Cuánto más besemos,
mejor, porque además, al hacerlo, el cerebro libera oxitocinas a la sangre,
aumentando el ritmo cardiaco”, lo que produce una sensación de placer y
bienestar que actúa contra la depresión y fortalece al sistema inmunológico.
También contribuye a reducir el estrés y la ansiedad.

Los besos intensos
incrementan la salivación, lo que ayuda a eliminar las bacterias que provocan
las caries y el mal aliento. Por si fuera poco, es una excelente forma de hacer
gimnasia facial, pues se ejercitan más de 30 músculos de la cara, 17 de la
lengua y se queman hasta 2 calorías por minuto.

Besar se define como el
acto de tocar u oprimir con un movimiento de labios, en señal de amor, amistad,
saludo o reverencia. Pero el diccionario omite, que este acto es un arte y no
se aprende ensayando con la almohada o el espejo, sino poniendo todo el corazón
en ello.

No olvidemos que esta
forma de expresarnos es una de las mejores formas de dar y recibir amor. Además
de los pasionales, también repartámoslos por montones a nuestros hijos, padres,
hermanos, amigos, pues como dice el cantautor, Joaquín Sabina: “Sabes mejor que
yo que hasta los huesos, sólo calan los besos que no has dado…”.

 

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