Tu imagen, tu firma

Que sería de una boda sin la belleza de la novia y la majestuosidad de su vestido y su tocado, sin sus ojos húmedos de la emoción durante la ceremonia religiosa y esa alegría única y especial en cada momento que transcurre durante la fiesta. Todo eso no podría ser posible sin la presencia necesaria del otro protagonista del evento: el novio.

No por el hecho de lo discreto de su vestimenta o por esa expresión de serenidad que pretenden mostrar en ese acontecimiento tan importante, significa que los novios no tienen la misma trascendencia que la parte femenina. Definitivamente, como hombres, nuestros gustos, intereses y preocupaciones que implican el comenzar una nueva etapa de vida son muy distintos a los que el sexo femenino puede tener. A la mayoría no le quita el sueño el decidir qué va a vestir, dónde lo va a conseguir y menos aún cómo va a lucir con su ajuar de novio.

La imagen que proyecta el novio no tiene que ver únicamente con el esmoquin, el chaqué o el frac que le resulte la mejor opción para la hora y lugar en que se llevarán a cabo tanto la ceremonia religiosa como el festejo. La indumentaria en sí es sólo un complemento de la actitud y cuidado personal que el novio tenga para tan singular acontecimiento. Por ello, es necesario tener en cuenta lo siguiente.

El cuidado personal va más allá de presentarse afeitado y con el cabello recortado ante el altar. Si tienes problemas con tu cutis, ya sea por acné o bien por pseudofoliculitis (cuando se entierra el vello facial, particularmente en el área del cuello, lo cual causa irritación durante y después de la afeitada), por mencionar algunos, es conveniente que te des tiempo para visitar a un dermatólogo por lo menos dos meses antes de la boda. Con un tratamiento adecuado y la atención de un médico especialista lucirás perfecto para ese día tan especial.

Debes tener un cuidado muy particular con tus manos pues durante la ceremonia religiosa colocarás la sortija de matrimonio a tu novia y ella a ti, por lo que ellas tendrán su momento de protagonismo. Es recomendable que recortes y limes bien tus uñas y te apliques crema humectante.

En cuanto a la vestimenta, el hombre tiene que considerar más factores que la novia pues su vestido será blanco, sin importar si el evento es durante el día o la noche, en la playa, en una terraza o en un salón de eventos. El novio, en cambio, tendrá que vestir de acuerdo al lugar y al horario del evento.

Durante el día la mejor opción es un chaqué o jaquette con el clásico pantalón gris a rayas, esta opción es la apropiada tanto para un salón de eventos como para una terraza.

Para las bodas en la noche lo clásico es el esmoquin. Es la oportunidad perfecta para lucir elegante y sofisticado con un Smoking-a-la-Bond, sin chaleco, sin faja. El complemento perfecto es un par de zapatos de charol, ahora que si no son los de tu preferencia entonces elige un par de zapatos con agujetas y perfectamente lustrados. Evita estrenar zapatos el día de la boda, después de algunas horas pueden resultar incómodos.

Si decidieron celebrar su boda en la playa, un traje de lino blanco o una guayabera son la mejor opción, acompañado por un par de sandalias de piel o unos mocasines, siempre y cuando no lleves calcetines.

Toma en cuenta lo siguiente: tu novia dedicará varias semanas y hasta meses, exclusivamente para su arreglo personal, todo ello para que tú y sus invitados la vean hermosa y espectacular. Por eso, hay que estar concientes de que es necesario implementar mayores cuidados en el arreglo personal para lucir a la altura de la novia. Recuerda que los pequeños detalles hacen grandes diferencias.

Programa un par de fines de semana para probarte la ropa que llevarás ese día, incluido el calzado. Las prendas no deben de quedarte ni justas ni holgadas, es por ello que debes ser paciente para probarte dos o tres cambios como mínimo y decidirte por lo que te luzca mejor y no por lo que te guste más.

Durante las ceremonias y los festejos no necesitarás de teléfono celular, ni cartera, ni llaves; utiliza un reloj elegante y discreto, de preferencia con extensible de cuero en color negro, y evita cualquier tipo de joyería o accesorios como brazaletes o anillos.

La sencillez es la base de la elegancia, si sigues esta premisa nada impedirá que, como protagonista de tu boda, luzcas elegante y atractivo junto a tu pareja.

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