Los colores de tu boda

En este mes de mayo, mes de colores por la diversidad de flores que observamos a nuestro alrededor, quiero recalcar la importancia de elegir los colores correctos para tu boda.

Creo no equivocarme al pensar que, desde el día en que te dio la sortija de compromiso, te has preguntado ya varias veces: “¿Cuál es la gama de colores ideal para mi boda?”, y tienes razón, es una pregunta clave pues estos colores serán una extensión de ti.

Desde la tinta y el color del papel de las invitaciones, el vestido de tus madrinas, tu ramo, los centros de mesa, los manteles, la coctelería, los recuerdos y, claro, el pastel, todos los colores hablarán de tu personalidad.

Es una decisión importante por lo que te propongo dar un paso atrás y pensar en la cotidianidad. Los colores pueden crear un estado de ánimo como también afectar la energía de un espacio determinado. Si has pintado algún muro o habitación de tu casa, te habrás dado cuenta que la elección del color refleja un sentimiento, por ejemplo, sabemos que amarillo es alegría y emoción, a mí me hace pensar en el sol de cada mañana, quizá por eso me resulta encantador para una cocina aún cuando pocos se animarían a pintarla así, pues es común y corriente y usualmente esperamos que las cocinas sean blancas y ya. Al color rojo se le asocia con pasión y aventura, mientras que se dice que el azul es quietud y el verde paz.

Cada color es creador de diferentes experiencias y, tal cual acontece en nuestras vidas, somos seres que gozamos en experimentar constantemente cosas nuevas.

Les comparto lo que escuche respecto al tema, de voz de un gran productor de bodas en Estados Unidos, David Tutera: “El color es una decisión muy personal; sin embargo, la mayoría de las novias que están por casarse eligen en primer término tonalidades rosas y blancas, y es comprensible pues son colores muy seguros y pasarán casi desapercibidos. Es interesante arriesgar, darle a tu boda algo de personalidad también en el color, puede ser muy aventurado pero interesante combinar tus colores favoritos con los de tu estación y estilo”.

Practica imaginando lo que cada tonalidad evoca para ti, como podría ser el azul del cielo en un día en la playa, el morado de las jacarandas, el naranja de los tabachines. Te propongo comprar una caja de colores y hacer varios trazos sobre un papel, sé creativa y un poco loca. Otra idea es adquirir diversas muestras de pinturas y dar brochazos con un pincel pequeño, elige desde tus colores favoritos, los que consideras atrevidos, los que te laten pero no acostumbras y juega con múltiples opciones.

Los expertos tratan de evitar combinaciones que sean predecibles, como lo sería el naranja y café para una boda en otoño que podría terminar pareciendo una fiesta de Halloween. Por qué no pensar en tinto y cobre con un toque de lavanda, el otoño es la época ideal para ser vanguardista y proponer combinaciones diferentes.

Si la boda es en primavera, por lo común se proponen colores pastel, una buena opción a la que se le podría dar vida con fuertes dosis de coral. Para las bodas de verano podemos pensar en ser diferentes y originales con amarillos profundos o sombras de coral, salmón y hasta naranja quemado. En invierno un festejo en blanco se ve muy glamouroso, pero si se agrega un poco de lavanda se hace más acogedor, también para esta época los colores metálicos como el pewter, plata, cobre, bronce y hasta el oro dan profundidad y riqueza.

Es lindo imaginar que tu boda es como el esbozo de un bello paisaje y dependerá de ti darle vida con los colores que tú elijas en los que se expresará tu personalidad.

Sé que arriesgarse a ser diferente da miedo y es normal. Hay novias que se acercan a solicitarme asesoría para su boda y sus primeras palabras son: “Quiero una boda diferente, pero con los centros de mesa de…, los colores de…, la mantelería de…”, haciendo mención de todo lo que han visto en las bodas a las que han sido invitadas.

Al imitar los colores de otra boda, por más linda que haya sido, pierdes la emoción de tomar el riesgo de ser diferente, lo cual tiene sus recompensas. Una vez que elijas la gama de tus colores de boda no veas para atrás, no vuelvas a pensar en otras alternativas ni en el qué dirán pues sólo con ser los colores de tu personalidad lograrás crear una boda sin igual.

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