Feng Shui en casa

Para todos aquellos que ya les llegó la vida nueva, les traemos algunas pequeñas, pero sustanciosas, recomendaciones de cómo implementar el Feng Shui en su nuevo nidito de amor. ¿Listos? Tomen nota.

El Feng Shui es una disciplina antigua, oriunda de la India, que al paso de los años se extendió hasta China en donde se vio influenciada por el taoísmo y budismo convirtiéndose en un arte, cuyo origen data, en documentos, desde hace cinco mil años.

“Feng” significa viento o energía y “Shui” agua; la cultura china cree que la energía del Feng Shui es incomprensible como el viento y difícil de atrapar como el agua. Esta disciplina oriental está basada en el manejo de la energía o “chi” de los espacios que habitamos.

El Feng Shui enuncia que hay cinco elementos: tierra, fuego, madera, metal y agua, los cuales se nutren del chi y contribuyen para lograr que la energía fluya a nuestro favor en el hogar. Para saber cómo debe de circular la energía existe el Bagua, un mapa que señala el significado de cada parte de una casa y ayuda tener ubicadas cuales son las áreas con desorden o con poco fluidez de energía.

Cómo implementarlo en casa
Para conservar la salud física y emocional, debes colocar plantas y flores y cuidarlas porque las plantas enfermas o secas pueden generar energía negativa.
Evita plantas desérticas o con espinas como los cactus.
Instalar un pequeño acuario puede ayudar a mantener el chi en tu hogar, sólo recuerda que éste debe de estar siempre limpio.
En tu alcoba procura colocar objetos de cristal e imágenes de pareja o un par de figuras, esto activará la energía de este espacio.
Procura tener todo en orden y, eventualmente, revisa y remueve los objetos de tu hogar, así despejarás todo para que la energía fluya.
Utiliza cada espacio de tu casa para su propósito. El cuarto de la pareja es sólo para ustedes, para dormir y para la intimidad. Prepara los alimentos en la cocina y cómelos en el comedor y no en la recámara o en la sala de televisión, recibe a las vistas en la sala, etcétera.
Deja que la luz natural se filtre a tu casa, abre cortinas y persianas durante el día.
La puerta del cuarto debe estar visible desde tu cama cuidando que, al momento de acostarse, los pies no apunten hacia la puerta.
Evita colocar espejos frente o a un lado de la cama ya que pueden debilitar tu energía mientras duermes y atraer a terceras personas a tu relación.
De ser posible, no tengas televisores en la alcoba, es mejor dedicar un cuarto exclusivamente para eso. Si te resulta muy difícil sacarla de tu recámara, por lo menos cúbrela cuando no esté en funcionamiento.
Si es posible, trata de tener una pequeña fuente dentro de tu casa ya que el agua retiene la energía y el sonido del agua es tranquilizante.
Las ventanas no deben estar frente a la puerta principal porque la energía entra y sale rápidamente.
En la cocina, el refrigerador y la estufa no deben de estar el uno frente al otro pues son elementos opuestos (agua y fuego) y crean discordia.
Mantén abiertas, aunque sea por un rato, las puertas y ventanas de las habitaciones de tu casa para que la energía fluya.
El baño debe de recibir luz natural y tener buena ventilación, además, hay que procurar que los sanitarios no estén ubicados dentro de las habitaciones ya que esto causa insomnio y debilidad ya que el agua del baño les quita energía.
Procura limpiar frecuentemente las alacenas y los clóset de tu casa.
Trata de que los muebles con respaldo queden separdados, por un espacio mínimo, de las paredes, esto dará una sensación de seguridad.

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